4 de septiembre
Domingo XXIII
Sab 9, 13-18 ¿Quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría y le envías tu santo espíritu?
Pues es lo que pido, Señor, que los dones que ya me das me ayuden a conocer tus designios y germinen en mi ser para tu gloria.