Dichosos los pobres

10 de septiembre
Miércoles XXIII

Lc 6, 20-26 Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios

Inexplicable bienaventuranza, Señor, que han entendido bien, con su vida, muchos de tus santos: san Francisco de Asís, madre Teresa de Calcuta. Su vida, unida a tu cruz, a tu pobreza radical, aclara mis dudas. Como el contemplarte a ti, que siempre te acercaste al pobre y le diste una palabra de consuelo, y le regalaste un gesto de vida, y combatiste la injusticia de la pobreza. Contemplarte a ti, pobre, abrazar la pobreza, acercarme a los pobres. Es la gracia que te pido, Señor.

Orar

9 de septiembre
Martes XXIII

Lc 6, 12-19 Subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios

Decirte Padre nuestro; reconocerte bendito desde el seno de María, diciendo incesantemente “bendito el fruto de tu vientre, Jesús”; invocar tu Espíritu para que encienda en nosotros el fuego de tu amor; orar con la respiración, con los latidos del corazón, orar sin interrupción, confiadamente, poniendo todo mi ser en tus manos, porque te amo y necesito darme, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita. Enséñame a orar, Señor. Ahora mismo, en oración.

Natividad de la Virgen

8 de septiembre
Natividad de la santísima Virgen María

Mt 1, 1-16 Genealogía de Jesucristo

Me admira, Señor, saberte hecho carne en el seno de María: me admira, Señor, tu plan de salvación, que elige a María como madre tuya y madre nuestra; me admira, Señor, tu amor a la humanidad que busca al propio ser humano, en María, para darle la plenitud de tu Gracia; me admira tu respeto a nuestra voluntad y a nuestra libertad, pendiente del sí de María. Me admira hoy que naciera María, y de ella nacieras tú. Tanta admiración me lleva a alabarte. Te alabo, Señor.

Amar al prójimo

7 de septiembre
Domingo XXIII
Rm 13, 8-10 Uno que ama a su prójimo no le hace daño

Ni le mira mal, ni alberga ningún tipo de agresividad contra él en su corazón, ni tiene contra él ningún tipo de prejuicio, ni le critica, ni le hace difícil nada de su vida, sino que abre su corazón y le acoge, y porque le hace ser en su ser busca en todo su beneficio, sin esperar nada a cambio. Así nos amas, Señor. Y nos invitas a amar como Tú.

 

 

Todo es don

6 de septiembre
Sábado XXII

1 Co 4, 6b-15 ¿Tienes algo que no hayas recibido?

Quiero tomar conciencia, Señor, una vez más, de todos los dones que he recibido desde que esta mañana me he despertado, desde que me desperté a la vida. Todo es don, todo es gracia, empezando por la propia vida, por poder comenzar un nuevo día con luz, con agua, con comida, con trabajo, con…. Si me hago consciente de ello puedo leer esta lectura de hoy….”Si lo has recibido, a qué tanto orgullo, como si nadie te lo hubiera dado? Cambia mi entendimiento y mi inteligencia, Señor, de acuerdo con tu don.

 

 

Servidores de Cristo

5 de septiembre
Viernes XXII

1 Co 4, 1-5 Que la gente solo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

Eso es lo que te pido, Señor, no preocuparme de mi imagen sino de ser imagen tuya; no trabajar para satisfacer mis intereses sino como administrador de tus misterios, mediante los cuales te manifiestas en nuestro mundo. No tener otro objetivo que el ser tu servidor, purificando tantos deseos, y tanto pecado real, que me impiden alcanzar el anhelo que Tú mismo has puesto en mí: recibir tu luz e iluminar con ella desde mis tinieblas.

Sabio o necio

4 de septiembre
Jueves XXII
1 Co 3, 18-23 …que se haga necio para ser sabio.

Siempre nos estás ofreciendo un camino extraño, Señor, un camino distinto a todos los que transitamos habitualmente. El que se crea sabio debe abrazar la necedad para ser verdaderamente sabio. El camino del no ser para ser. El camino del desprendimiento y del desapego. El camino de la renuncia. Tu camino, por el que nos llamas a seguirte. Así alcanzaremos lo que nos tienes prometido: recibir, en nuestra nada, todo de ti.

Colaboradores

3 de septiembre
Miércoles XXII
1 Co 3, 1-9 Nosotros somos colaboradores de Dios

Colaboradores tuyos en la tarea de hacer presente tu Reino en nuestro mundo; colaboradores tuyos para imponer, en tu nombre, las manos y curar todo tipo de dolencias y enfermedades. Colaboradores tuyos para mostrar tu bondad y tu misericordia, para hacer patente que no abandonas la obra de tus manos. Colaboradores tuyos, Señor, siervos inútiles que te buscan y te muestran a ti, que no se quedan en sí mismos. Colaboradores tuyos, Señor.

Espíritu de Dios

2 de septiembre
Martes XXII

1 Co 2, 10-16  Hemos recibido el Espíritu que viene de Dios

Empiezo el año, igual que ayer, con una referencia a tu Espíritu, que es el que nutre mi cuerpo, Señor, le da vida, le sostiene. Tu espíritu que lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios, y nos lo ofrece en lo profundo de nosotros mismos. Sin que sepamos cómo, pero con certeza. Tu Espíritu que está dentro de nosotros, dice Pablo. Tu Espíritu que nos das Tú mismo para que tomemos conciencia de los dones que recibimos de Ti. Por estos dones, por el don de tu Espíritu, gracias, Señor.

El Espíritu

1 de septiembre 2008
Lunes XXII
Lc 4, 16-30 El Espíritu del Señor está sobre mí

Comenzar el curso, o continuar el año y los trabajos cotidianos, con esta frase del evangelio de san Lucas es toda una garantía. Tener la certeza de que el Espíritu del Señor está con cada uno de nosotros y nos acompaña en todo momento, y nos impulsa, nos consuela, nos sostiene, nos unge y nos envía para anunciar la buena noticia a los pobres, a quien vive en tinieblas y sombras de muerte. Tú en mí, Señor, enviándome. Gracias.