Como Jesús

21 de marzo
Miércoles IV de Cuaresma

Jn 5, 17-30 El hijo no puede hacer nada que no vea hacer al padre

Cada día, en la Palabra que nos llega en la eucaristía, tenemos la oportunidad de ver, de contemplar cómo actúa Dios en nuestra historia…Cómo hace Jesús, que ve al Padre, es uno con el Padre, y actúa en consecuencia. En la eucaristía recibimos el hacer de la Pascua: su muerte y su resurrección, su donarse para dar vida, y vida abundante.

Viendo y contemplando nos hacemos, por la gracia de Dios, más Jesús.

 

 

Sanar

20 de marzo
Martes IV Cuaresma

Jn 5, 1-3.5-16 ¿Quieres quedar sano?

Cada cuaresma, y en otros momentos del año, escucho esta pregunta que me diriges y  a la que siempre respondo: claro que quiero quedar sano, Señor, y se que si tú no me sanas no curaré de mis enfermedades, de la gran enfermedad de mi egoísmo, de la enfermedad de no acabar de darme ya de vero a ti.  Quiero recuperar la vista para verte; abrir mis oídos para escucharte; perder la parálisis para seguirte. Quiero quedar sano. Sáname tú , Señor.

 

José

19 de marzo
San José

Mt 1, 16.18.24 José, no tengas reparos en llevarte a María

José, lo que te está pidiendo Dios es que colabores con el plan de salvación, aunque no sepas cómo ni de qué se trata, aunque te desconcierte el cómo está actuando Dios, el cómo ha irrumpido en tu vida desbaratándola: María embarazada… la posibilidad del repudio, la crisis…y ahora Dios te pide que no tengas reparos,  que acojas a María como Dios te acoge y te desconcierta.

Porque la acogiste hiciste de padre de Jesús, y eres modelo para todos nosotros.

 

 

Hijo pródigo

18 de marzo
IV Domingo de Cuaresma

Lc 15, 11-32 Y allí derrochó su fortuna viviendo sin sustancia
Vivir sin sustancia. Malgastar la vida, que la vida se pase sin profundidad, que derrochemos la riqueza que nos da nuestra dignidad humana. Vivimos sin sustancia, como el hijo pródigo, y así se nos pasa la vida.

La parábola me ofrece la posibilidad de volver a la casa del padre, a lo primigenio, deseando que un padre que nos reponga con el anillo que me da la condición de hijo y me calce las sandalias.

 

Su aurora

17 de marzo
Sábado III de cuaresma

Os 6, 1-6 Esforcémonos por conocer al Señor, su amanecer es como la aurora

Me llama la atención, al comenzar este día y ponerme delante de ti, -un día más en mi existencia, que está siempre en tus manos-,  la frase con la que el profeta nos invita a conocerte. Pide de nosotros un esfuerzo para acercarnos a Ti, tan inabarcable, tan trascendente, tan Otro. Desear conocerte a ti, que te muestras a nosotros y que desbordas cualquier imagen y previsión. Y te describe como nadie te describiría, lleno de poesía, que es la manera más intuitiva de conocer la verdad desde la palabra y el arte: tu amanecer es como la aurora, Señor. Así te conocemos.

Mandamiento

16 de marzo
Viernes III de cuaresma

Mc12, 28b-34 ¿Qué mandamiento es el primero de todos?

¿Cómo puedo contestar esta pregunta con mi vida? ¿Cuál es el mandamiento al que concedo más importancia cuando tengo que elegir, cuando tengo de discernir alguna opción de vida, alguna actuación en mi familia, en mi trabajo, en mis opciones políticas…? ¿Qué mandamiento de Dios se hace presente en mi día a día y condiciona mi ser y mi obrar?

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con todo tu ser, y al prójimo como a ti mismo. Ese es el mandamiento que da consistencia, y bienaventuranza, a mi vida.

 

 

 

 

Escuchad

15 de marzo
Jueves III de cuaresma

Jr 7, 23-28 Escuchad mi voz. Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.

Estamos en la mitad de la cuaresma. ¿Cómo he escuchado tu voz y tu palabra a lo largo de esta semana? ¿Qué he hecho para aumentar la conciencia de pertenecer a una comunidad cristiana que está en un tiempo de gracia y de conversión? ¿Cómo estoy aumentando la conciencia de que tú eres mi Dios, el Dios de mis padres, el Dios de mi vida?
Buen momento para seguir pidiendo que tu gracia me ayude a vivir esta cuaresma teniendo en cuenta lo que tú quieres de mi.

 

 

Tan cerca

14 de marzo
Miércoles III de cuaresma

Dt 4, 1.5-9 ….tan cerca como lo está el Señor Dios nuestro de nosotros

Tener conciencia de que estás cerca de nosotros cuando te invocamos. Tú escuchas siempre porque mi ser, Señor, se hace palabra para ti,  tantas veces silenciosa, tantas veces se llena de anhelos; mi palabra, mi ser, se hace deseo que te presenta, súplica con la que intercede, acción de gracias con la que te muestro mi corazón que, lleno de gozo, te reconozco cercano y  presente, atento a mi vida, a la vida de nuestro mundo.

Siempre cercano, Señor, siempre con nosotros.

 

No tenemos príncipes

13 de marzo
Martes III semana de cuaresma

Dn 3, 25.34-43 En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes…

Una situación de carencia y de pobreza total, sin ninguna seguridad, sin ningún apoyo…así es como viven los israelitas en el exilio, abandonados de todo. Y desde esa situación existencial, que tantas veces compartimos en algún momento de nuestra vida,  nos podemos dirigir a ti diciendo:
Por eso acepta nuestro  corazón contrito y nuestro espíritu humilde…ahora te seguimos de todo corazón, tres respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Muestra con nosotros tu misericordia, Señor.

Despeñarlo

12 de marzo
Lunes III semana de cuaresma

Lc 4,24-30 ….lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco, con intención de despeñarlo

Ayer nos fascinábamos ante la gloria de Dios, que se acerca hasta nosotros. Hoy contemplamos cómo nosotros mismos queremos despeñar a Jesús, pues resulta una figura incómoda, que saca las pasiones ocultas de nuestro corazón. No adorar sino despeñar tu gloria.

Así anticipamos la pasión, la muerte y la condena de Jesús, de la que todos participamos. Ante Ti, Señor, me interrogo sobre cómo quiero despeñarte y desterrarte de mi vida.