12 de marzo
Lunes III semana de cuaresma
Lc 4,24-30 ….lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco, con intención de despeñarlo
Ayer nos fascinábamos ante la gloria de Dios, que se acerca hasta nosotros. Hoy contemplamos cómo nosotros mismos queremos despeñar a Jesús, pues resulta una figura incómoda, que saca las pasiones ocultas de nuestro corazón. No adorar sino despeñar tu gloria.
Así anticipamos la pasión, la muerte y la condena de Jesús, de la que todos participamos. Ante Ti, Señor, me interrogo sobre cómo quiero despeñarte y desterrarte de mi vida.