20 de julio
Lunes XVI
Mt 12, 38-42 Maestro, queremos ver un signo tuyo
Toda la tierra vestida de mi presencia, la historia, tu vida, el ser derramado en tu corazón de amor herido, toda la tierra cantando y alabando mi nombre, toda la tierra a una sola voz proclamando que la misericordia llena la tierra, tus ojos sin ver, tus oídos sin oír, tu entendimiento sin entender, noche oscura clara como el día, póstrate y adora en silencio el signo que te doy: a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Señor quítame la ceguera. Tú estás visible en todos y cada uno de nosotros, en todo lo que nos rodea. ¡¡Qué mayor milagro que tú gran Amor!!