Reavivar el don

7 de octubre
Domingo XXVII

2 Tm 1,6-8 Reaviva el don de Dios

Tengo tu don, Señor. Desde el seno materno tu me has ido entretejiendo con tu gracia. Agua viva; fuego vivo que llamea en mi interior, que ilumina, que calienta. A veces demasiado tenuemente, casi imperceptible. Pero está. Y hoy me recuerdas que puedo reavivarlo, hacer que de los rescoldos brote una llamarada, que en las cenizas renazca el fuego, que nunca ha terminado de consumirse. Tu don, Señor, reavivado.

Vuestros nombres

6 de octubre
Sábado XXVI

Lc 10, 17-24 Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo

Gozar de esta alegría profunda, que a veces se manifiesta en una sonrisa, en una mirada llena de bondad, en ternura y comprensión de la vida, sea lo que sea.  Gozar de la verdadera alegría, que procede de ti, y no se encierra en palabras que se dicen, sino que anida en el corazón. Gozar con la alegría de saber que soy nombrado por Ti, que estoy en la palma de tu mano, que me proteges a la sombra de tus alas, que me miras y al decir mi nombre me das el ser y la vida. Estar alegre con la alegría de la gente sencilla; estar alegre, como María, porque tú estás conmigo.

Tierra buena

5 de octubre
Témporas XXVI
Dt 8, 7-8 Cuando el Señor te introduzca en la tierra buena
En la tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan, en la tierra de trigo y de cebada, en la tierra de viñas e higueras, de olivares y de miel, tierra en la que no careceré de nada, tierra en la que no comeré tasado el pan, tierra con hierro en las rocas y de cuyos montes sacaré cobre…ya estoy en esta tierra, porque sea lo que sea, estás conmigo. Por eso te bendigo, Señor, en este día de acción de gracias, por la tierra buena que me has dado.

 

 

 

Obreros a la mies

4 de octubre
Jueves XXVI
Lc 10, 1-12 Rogad pues al dueño de la mies que mande obreros a su mies

Recemos hoy por las vocaciones a la vida consagrada. Recemos para que haya jóvenes dispuestos a seguirte, Señor, en castidad, pobreza y obediencia; recemos para que respondan a tu llamada con generosidad y entrega; recemos para que cada uno de nosotros, en el estado de vida que hemos abrazado, seamos obreros tuyos, en la mises de nuestra sociedad, testigos tuyos en medio de nuestro mundo.

Te seguiré

3 de octubre
Miércoles XXVI

Lc 9, 57-62 Te seguiré donde vayas
Desde el principio te digo esto, Señor; desde el seno materno, con cada latido de mi ser, estoy llamado a alcanzar la plenitud de la vida siguiéndote a donde vayas, acompañándote en tus caminos, que son mis caminos. Si me dices aquí aquí quiero seguirte. Si me dices allí allí quiero seguirte. En cualquier circunstancia, con mi corazón puesto en ti y mis pies en los tuyos. Te seguiré donde tú vayas, Señor, si me das tú amor y gracia para hacerlo, que por mí nada puedo.

 

 

Acoger a un niño

 

 2 de octubre
Ángeles Custodios

Mt 8, 1.5-10 El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mi.

El colegio en el que trabajo hace hoy cien años. Acogiendo a Jesús en el niño y la niña que viene a este centro a estudiar, a educarse en la fe, a recibir el la buena noticia del Evangelio, la presencia de Jesús Salvador.  El colegio está lleno de ángeles en sus fachadas principales, custodiando las escaleras…Ser, cada uno de nosotros, acogedores y protectores de la infancia y de la juventud, especialmente de la más necesitada, de la más pobre y más abandonada de nuestro mundo.

 

 

Teresa de Lisieux

1 de octubre 2007
Lunes XXVI
Lc 9, 46-59 El más pequeño de vosotros es el más importante
¿Me creo estas palabras, tan pequeñas, que son tu Palabra de vida? El más pequeño no es el más grande, ni el que tiene más poder, ni más prestigio, ni más cosas, ni más, sino el que desde lo que es menos es de verdad, es en Ti y para los demás. ¿Me creo estas palabras? Me gustaría vivirlas como hizo Santa Teresa del niño Jesús, tan pequeña, tan mínima en su carmelo de Lisieux, tan grande, tan enorme en la misión de la Iglesia.

 

Justicia, fe, amor…

30 de septiembre
Domingo XXVI
I Tim6, 11-16 Practica la justicia, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza

La exhortación de Pablo nos llega esta mañana de domingo. Practicar la justicia con el que más lo necesita y no ignorarle como el rico Epulón a Lázaro, practicar la  fe, que es confianza en Dios, que sostiene nuestra vida, practicar el amor con la las notas de la paciencia y de la delicadeza, que todo lo pueden. Ponerme ante Ti, Señor, y pedirte que me hagas como tú, justo, lleno de confianza en el Padre, dador de amor y vida, paciente con los demás, con una delicadeza abierta a toda necesidad. Ser como Tú, Señor, al menos este domingo.

 

 

Arcángeles

29 de septiembre
Santos Arcángeles
Dn 7, 9-10.13-14 Miles le servían, millones estaban a sus órdenes

Como los ángeles, Señor, deseo servirte, estar a tus órdenes, contemplar tu gloria,  alabarte y bendecirte, estar todo  para ti, ser todo tuyo, dar gracias a tu nombre, ser tu mensajero, acercarte… Como los ángeles, Señor, cuya vida solo existe en ti, por ti, para ti. Ser un ángel este día, Señor, por tu misericordia, para dar testimonio de ti.

 

 

 

¿Quién?

28 de septiembre
Viernes XXV

Lc 9, 18-22 ¿Quién dice la gente que soy yo?

En esta primera pregunta nos enredamos muchas veces, y nos ponemos a hablar de los creyentes o los que no lo son, de una sociedad cada vez más alejada de Jesús, de… La segunda pregunta llega directamente, como un dardo enamorado, hasta el centro de mi corazón,  y tú ¿quién dices que soy yo?. Y quiero creer que de mis labios brota, con la misma claridad, la respuesta de Pedro: El Mesías de Dios.