Orar

15 de noviembre
Sábado XXXII

Lc 18, 1-18 Para explicar cómo tenían que orar siempre, sin desanimarse…

Ponerse en oración ante ti, Señor, sin buscar nada, solo buscándote; sin esperar nada, sólo esperándote; sin querer sentir nada, solo sabiendo que tú me sabes con deseo de ti. Darte mi tiempo con gratuidad y con fidelidad, constante, sin interrupción. No anteponer nada a un espacio y un tiempo consagrado a ti, para poder amarte sobre todas las cosas y amar a mi prójimo como a mi mismo. Desprendido de mí. Y no desanimarme de mi propia incapacidad, sino poner todo en ti, sin dejar de ofrecerte todo lo que puedo entregarte de mí.

Vivían

14 de noviembre
Viernes XXII

Lc 17, 26-37 Comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían….

Vivían con la misma normalidad que lo hacemos nosotros y de pronto, sin que pudieran imaginarlo, llegó el fin y acabó con todos y se acabó  todo. Lectura con tintes apocalípticos, que ponen ante cada uno de nosotros la cotidianeidad de nuestra vida ante ti, Señor, que eres principio de todo, y también fin. Y el fin puede llegar cuando menos se espera y entonces…¿qué?

¿Cuándo?

13 de noviembre
Jueves XXXII

Lc 17, 20-25 Unos fariseos le preguntaban cuándo iba a llegar el Reino

¿Cuándo, Señor, va a llegar tu reino? También te lo pregunto yo, cuando me impaciencio, cuando quiero acelerar los procesos de la historia, cuando en mi ingenuidad o en mi pecado, que de todo hay, creo que el Reino se instaura por mi esfuerzo, y entonces me creo que soy como Tú, un dios. Por eso es bueno escuchar de nuevo tu Palabra: “mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros”.

Puro amor

12 de noviembre
Miércoles XXXII
Tt 3, 1-7 No por las obras de justicia que hayamos hecho, sino por puro amor nos ha salvado

Idea clave en Pablo que vuelves a poner delante de mis ojos Señor. No son mis méritos, ¿sinceramente creo que tengo alguno delante de Ti?, sino tu bondad y tu misericordia la que me justifican y me salvan. Puro don tuyo. Regalo del Espíritu Santo. Y como respuesta agradecida quiero vivir según la esperanza a la que he sido llamado: contemplar la luz de tu rostro, heredar la vida eterna. Manifestar a mi alrededor tanto bien como el que he recibido de Ti.

Sobria, honrada, religiosa

11 de noviembre
Martes XXXII
Tt 2, 1-8.11-14  Una vida sobria, honrada y religiosa

Porque has aparecido Tú, gracia y salvación de Dios para cada uno de nosotros, sabemos que podemos renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos. Tú nos invitas a llevar una vida sobria, honrada y religiosa. Hay personas, algunas muy cercanas a mí, que hacen de esta frase un deseo carismático de vivir la vida religiosa de otra manera, más comprometida con la creación, con la precariedad de nuestro mundo. Haznos cada día más semejantes a Ti, y que lo demás, la sobriedad, la honradez, la religiosidad de nuestra vida, se desprenda de Ti, como gracia, por añadidura.

Aumenta la fe

10 de noviembre
Lunes XXXII

Lc 17, 1-6 Auméntanos la fe

Tantas veces te he pedido fe con esta oración, Señor…tantas veces te he rogado que fortalezcas mi fe vacilante. Y tú, sin duda, escuchas mi oración y de alguna manera me fortaleces, me aumentas…aunque siga siendo tan  pequeño y disminuido en mi vida de fe, en los criterios con los que vivo, actúo, miro, juzgo. Tan lejano a tu evangelio.  Auméntame un poco más, cada día, la fe en ti, Señor y dador de vida.

Basílica de Letrán

9 de noviembre
Dedicación de la basílica de Letrán
1 Co 3, 9-11.16-17 Cada uno mire cómo construye

En la basílica de Letrán, en Roma, cuya dedicación celebramos hoy, simbólicamente, en cada columna de la nave central hay una figura de un apóstol. Construida sobre el cimiento de los apóstoles, la Iglesia tiene como piedra angular a Cristo. ¿Te tengo a ti, Señor, como piedra angular, como cimiento de mi vida? ¿Qué lugar ocupa la Iglesia dentro de la casa de mi vida? ¿Cómo me estoy construyendo? ¿En ti? Preguntas para dejar en el descanso del domingo, para contestar con sinceridad ante ti, Señor.

Todo lo puedo

8 de noviembre
Sábado XXXI
Fil 4, 10-19 Todo lo puedo en aquél que me conforta

Es evidente que tú eres, Señor, el que confortas a Pablo. Por eso sabe vivir en pobreza y abundancia. Por eso está entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. El centro en Ti. La razón y la sin razón en Ti. La piedra angular de la existencia, Tú. El gozo de creer en Ti, de confiar en Ti, de saberse amado por Ti, tan gratuitamente, es la fortaleza. Que conforta y permite vivir la vida con otra perspectiva. Desde Tu ser entregado para que tenga vida. Sea la que sea.

Enemigo de la cruz

7 de noviembre
Viernes XXXI
Fil 3, 17-4,1 Hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo

Es bueno que te pregunte, Señor, como los apóstoles: ¿seré yo? ¿Seré yo el que rechaza tu cruz cada día y busca lo más cómodo, lo más fácil, lo que no exige sacrificio, lo que no conlleva ninguna renuncia? ¿Soy yo el que solo, de vez en cuando, con demasiada frecuencia, sólo aspira a cosas terrenas?  ¿Hago Dios a mi vientre, y mi gloria mis vergüenzas? Y Pablo me da la ocasión de ponerme, una vez más, delante de ti y pedirte perdón.

Basura

6 de noviembre
Jueves XXXI
Fil 3, 3-8  Todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo.

Ahí está la radicalidad y la verdad de una vida cristiana. Y su santidad. Ahí está el criterio de relativización de todo lo que no es absoluto en nuestra vida. Ahí, es esta frase de san Pablo, está el camino de la verdadera felicidad, de la santidad: considerarlo todo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo, mi Señor. Que cada día se haga más verdad en mí, Señor, lo que escribo y deseo.