Bregando

7 de febrero
Domingo V

Lc 5, 1-11 Maestro nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada

Es el lamento, la constatación, que tantas veces tenemos en nuestra boca y en nuestro corazón. Trabajamos, nos esforzamos, planificamos, programamos, ejecutamos, y parece que no obtenemos los resultados obtenidos. Tú nos pides que sigamos en el empeño, sin desfallecer. Gratuitamente, confiando en tu Palabra. Tú sabrás, Señor. Pongo mi voluntad en la tuya.

 02.07

Salomón

6 de febrero
Sábado IV

1R  3, 4-13 Da a tu siervo un corazón dócil

Esta es la petición  que te hace el rey Salomón, que se considera un muchacho que no sabe desenvolverse, cuando accede al trono. Y Tú le escuchas y le concedes un corazón sabio e inteligente…con la sabiduría que procede de ti.
¿Qué te pido Señor? ¿Soy capaz de pedirte la sabiduría de la cruz?

02.06

Desairar

5 de febrero
Viernes IV

Mc 6, 14-29 El rey se puso muy triste, pero por el juramento y los invitados no quiso desairarla.

El qué dirán hace rodar la cabeza de San Juan Bautista.  Herodes, Herodías, Salomé…El qué dirán en vez de el qué dirás Tú, Señor. Poner como criterio de discernimiento, de actuación, no tu voluntad si no lo que los demás puedan pensar, las reacciones del prójimo, las apariencias. Vivir esclavo de la opinión ajena, ser esclavo de la propia imagen, no de la imagen que tú has puesto en mí. Un episodio tal actual.

 02.05

Vida Consagrada III

4 de febrero
Jueves IV

Mc 6, 7-13 Ungían con aceite a muchos enfermos, y los curaban

Enviados por ti, Señor, a sanar en tu nombre. Muchos hombres y mujeres que, desde la sanidad, consuelan y confortan a los enfermos y los moribundos, en países pobres y países ricos, en el norte y en el sur.  En tu nombre. Para tu gloria. Labores que la Iglesia ha desarrollado siempre a través tantos religiosos y religiosas entregados a sanar, como hacías  Tú. A mostrar tu rostro lleno de ternura, cercano, que sufre crucificado en medio del dolor y ofrece la salvación.

02.04

Vida consagrada II

3 de febrero
Miércoles IV

Mc 6, 1-6 No desprecian a un profeta más que en su tierra

Parece que estamos condenados, Señor, a menospreciar o despreciar a las personas que se nos presentan en tu nombre, que sirven a la Iglesia con toda la generosidad de la que son  capaces. Que desprecie tu sociedad a tus enviados, es malo. Peor es que dentro de la Iglesia menospreciemos, o ignoremos, a los que también vienen en tu nombre. Aunque sean diferentes a mí. Perdónanos, Señor.

02.03

Vida consagrada

2 de febrero
La presentación del Señor

Lc 2, 22-40 Mis ojos han visto a tu Salvador

Los consagrados a Ti en la vida religiosa, Señor, hemos visto tu rostro salvador que nos ha llamado. Dejándolo todo, te hemos seguido. Te reconocemos como luz que nos alumbras y con tu luz queremos alumbrar a las naciones. Hacemos oblación de nuestra vida y queremos, con sencillez y humildad, darte gloria. Religiosos y religiosas pobres, castos, obedientes, que pasamos desapercibidos en nuestra sociedad. Que en tu nombre hacemos Tu bien. En la dinámica tan evangélica, tan incomprendida, de lo oculto y paradójico. Hoy es nuestro día. Nos ofrecemos a Ti, en la Iglesia.

02.02

Beneficios

1 de febrero
Lunes IV

Mc 5, 1-20 Empezó a proclamar lo que Jesús había hecho con él. Y todos se admiraban

Quien proclama lo que ha recibido de Jesús, el don de Dios, es un hombre poseído de un espíritu inmundo, que ha sido liberado por Jesús. Puede ser un buen ejercicio, Señor, para el día de hoy ponerme ante ti y recordar los beneficios de tu amor, lo que transformas mi vida cotidiana, lo que haces cada día por mi. Y al darme cuenta proclamar. Y al proclamar llevar a otros hacia Ti.

02.01

Caridad

31 de enero
Domingo IV
I Co 12, 31-13, 13 Ya podría conocer todos los secretos y el saber….

Ya podría  hablar las lenguas de los ángeles; ya podría tener el don de profecía, podría tener fe como para mover montañas; podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aún dejarme quemar vivo…todas estas cosas, maravillosas, que me hacen considerarme algo…Pero si no tengo amor, de nada me sirve; si no tengo amor, no soy nada.  Tengo tu amor, Señor, para comenzar a amar.
Y me pregunto, ¿cómo amo?

01.31

Hundirse

30 de enero
Sábado III

Mc 4, 35-41 Maestro ¿no te importa que nos hundamos?

La  pregunta me recuerda un video que estas navidades ha circulado por la red, el circo de la mariposa, y que en medio de una inusitada belleza habla de Ti, Señor, de cómo nos amas con una mirada de misericordia, incondicionalmente; de cómo nos ves magníficos, maravillosos; de cómo te importa que nos hundamos pero nos “dejas” hundirnos para que encontremos la verdad  a la que estamos llamados.  Tú, Señor, salvas mi vida.

01.30

Crece solo

29 de enero
Viernes III

Mc 4, 26-34 El Reino de Dios…

… se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. El duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola; primero los tallos, luego la espiga, después el grano.

Esto me dices hoy, Señor. Algo me estás diciendo para la vida.

01.29