Dime una palabra

16 de abril
Viernes II de Pascua

Hech 5, 34-42 Si es cosa de Dios…

Gamaliel, el fariseo, dice una verdad tras la muerte de Jesús y la predicación de los primeros apóstoles. Criterio de verificación que se ha hecho realidad en la historia: “Si  su idea y actividad es cosas de hombres se dispersarán; pero si es cosas de Dios, no lograréis dispersarlos, y os expondríais a luchar contra Dios”. En la historia, y en la historia de mi vida. Lo que es tuyo, prospera. Lo que sale de mí, en mi muere…

15 de abril
Jueves II de Pascua

Hech 5, 27-33 Hay que obedecer antes a Dios que a los hombres

Contrasta la réplica que le hacen Pedro y los apóstoles a los miembros del sanedrín y al Sumo Sacerdote: “¿no os habíamos prohibido formalmente en nombre de éste?” Hoy se puede repetir la prohibición. O la prohibición puede venir de mi propio interior, cuando prefiero seguir los criterios de mi corazón, de mi ego, de mi comodidad, antes que lo que tu voluntad indica en mi conciencia.

14 de abril
Miércoles II de Pascua

Jn 3, 16-21 Los hombres prefirieron la tiniebla a la luz

Tú eres, Señor, luz de luz. Tu luz nos ilumina, tu luz se nos manifiesta par que vivamos en la claridad de tu presencia, tu luz pone fin a la tinieblas que hablan a nuestro corazón, a las oscuridades que a veces dominan nuestra vida. Y sin embargo, ¡ay el poder del mal y del pecado!, muchas veces preferimos seguir caminando en tinieblas y sombras de muerte. Y rechazamos tu luz.

 

13 de abril
Martes II de Pascua
Hch 4, 32-37 Los apóstoles daban testimonio de la resurrección de Jesús…

…con mucho valor. Quizá una manera de hacerlo es la frase anterior que tu palabra pone delante de nuestros ojos: el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo; lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo a nada propio. Es el primer milagro de tu resurrección: la unidad, el común sentir, la comunión social, el desprendimiento del bien personal. Y añade tu Palabra: “Y Dios los miraba a todos con mucho agrado”

12 de abril
Lunes II  de Pascua

Hech 4, 23-31 Los llenó a todos el Espíritu Santo

Al inicio de la Pascua tenemos ya anticipado su final: le llegada del Espíritu santo a la comunidad reunida en tu nombre. De hecho, Señor, hoy es ya así. Tu Espíritu nos congrega, nos libera, nos fortalece, nos envía a anunciar con valentía tu Palabra en medio de nuestra sociedad, en una cultura que quiere prescindir de tu nombre, ante unos hombres y mujeres que prescinden de ti, que te ignoran. Haznos apóstoles de tu resurrección.

11 de abril
II Domingo  de Pascua

Jn 20, 19-31 Paz a vosotros

Una vez más llega hasta mis oídos, Señor, el saludo pascual. No me canso de recibir tu paz, que todos los días recuerdo en la eucaristía al repetir tus palabras: mi paz os dejo mi paz os doy. La paz que es don y que me pides done a los demás. Haz de mí un instrumento de tu paz. Para que la conozcan quienes me rodean y se vea así beneficiado el mundo.

10 de abril
Sábado octava de pascua

Mt 16, 9-15 Jesús, resucitado….

…se apareció primero a María Magdalena. Ellas fue a anunciárselo a sus compañeros. Ellos al oírle decir que estaba vivo, no la creyeron. Después se apareció en figura de otro a los que iban caminando a una finca. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció  Jesús a los once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no  habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

Este es el resumen de esta semana de pascua. Apareces vivo, no te creemos a quien da testimonio, nos envías, para que crea tu creación.

9 de abril
Viernes octava de pascua

Jn 21, 1-14 Es el Señor

Una vez más tu palabra nos muestra cómo el amor reconoce.  El discípulo amado, al que tanto querías, es el que puede verte en medio de la realidad, en la figura del hombre que se acerca. Porque ha sido amado tiene sus pupilas encendidas por el amor y el amor transforma su mirada. Se que me amas, Señor. Dame una mirada de amado, que en cualquier lugar sea capaz de reconocerte como amante.

8 de abril
Jueves octava de pascua

Lc 24, 35-48 Paz a vosotros

Tu saludo de Pascua, que hoy me alcanza. Paz a vosotros. Mi paz os dejo, mi paz os doy. No la doy como la da el mundo, sino que os regalo la paz y el perdón, la paz verdadera  y real, la paz que transforma los corazones, la paz que vence el miedo a la muerte, la paz que construye, con justicia, una nueva humanidad. Recibo, Señor, tu paz. Que me haga pacífico y pacificador en medio de nuestra sociedad.

7 de abril
Miércoles octava de pascua

Lc 24,  13-35 A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron

Caminas junto a mí. Bien es cierto que te intuyo, que tu presencia me alienta, que me vivifica, que me transforma, que me consolida, que me fortalece, que me ilumina, que me caldea el corazón, que me llena de un consuelo inmenso ante cualquier acontecimiento de la vida. Solo te pido que además se me abran los ojos y te reconozca, al partir el pan, como resucitado, como Señor mi vida.