1 de febrero
Mièrcoles IV
Hb 12,4-7.11-15 Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea con el pecado
Cierto es, Señor. Y quizá por eso, por no haberme desangrado por ti, por no haber combatido hasta la extenuación, por no haberme abandonado confiadamente, sin mayor esfuerzo, al poder de tu gracia, el pecado sigue campando a sus anchas por mi vida, y cada día me separo de ti, que cada día me estrechas con los lazos de tu amor.
Procurad que nadie se quede sin la gracia De Dios,y que ninguna raiz amarga rebrote y haga daño,contaminando a muchos. Estoy en tus manos para hacer tu voluntad.Tu palabra hoy no tiene espera para verlas venir .Contigo todo se puede. Quiero hacer tu voluntad.Señor te amo.
¿Quién te quiere
te ve
te oye
te toca?…
¡quién te busca!
Mc 6, 1-6