22 de octubre
Sábado XXIXX
Rm 8, 1-11 El Espíritu de Dios habita en vosotros.
Es así. Y por eso me vivificas. Déjame hoy recordar esta verdad: tú habitas en mi, soy templo tuyo, tú me vivificas…en el silencio más profundo de mi ser grábame esta realidad: soy tuyo, tú me has creado y has alentado en mi tu Espíritu, por pura iniciativa tuya. Me has hecho para Ti, en Ti. Gracias, Señor.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM
Sé Señor que tu espíritu habita en mi, siento su fuerza, me hace reconocerte en mis hermanos, aplacar mis iras, retomar la senda del amor.
Siempre suelo decir muy convencida, que tú pones luz a mis palabras. ¡¡No me dejes nunca espíritu Divino!!