22 de noviembre
Viernes XXXIII
Ap 10, 8-11 A tu boca será dulce como la miel
Así tú Palabra, que sale de tu boca, y fecunda mi tierra. Tu Palabra, que pronuncias sobre mi, que me da el aliento, que me hace ser, es la alegría de mi corazón. Que no vuelva vacía a tu presencia, sino llena de frutos evangélicos, fecunda de tu salvación.
Autor: Nano Crespo
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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