30 de septiembre
San Jerónimo
Job 3,1-3.11-17.20-23 ¿Por qué al salir del vientre no morí?
¿Cabe mayor desesperación? ¿Cabe mayor sinsentido? Job clama a ti, Señor de mi existencia, aborreciendo el momento de su nacimiento, su llegar a la vida, su ver la luz: ahora sería un aborto enterrado, una criatura que no llegó a ver la luz. Desde su amargura, su desgracia, su ansia de muerte para escapar de la vida, se dirige a ti. Su clamor, en nombre de todos los hombres y mujeres de nuestro mundo que, en su desesperación, no alcanzan a implorarte. Tenlos en tus manos, dales tu paz.
Creo que Job, nos está narrando la vida sin sentido de tantos hermanos nuestros.
A pesar de su confianza, me trasmite el agobio, la pena al no poder solucionar nada.
Ya que tenemos los ojos vendados ante tanta miseria humana, viendo al mismo tiempo el sinsentido de las desigualdades del hombre avariento. Yo clamo a Dios por la justicia y equidad en éste mundo.
Sin Dios el abismo se abre bajo tus pies ahogando la cordura