23 de octubre
Jueves XXIX
Ef 3, 14-21 Doblo las rodillas ante el Padre
pidiéndole que, de todos los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar l o ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende a toda filosofía, el amor cristiano. Así llegaréis a la plenitud.
Y mientras copio estas palabras, te pido que en el silencio las hagas realidad.
¡¡Qué así sea!!
Abre mi mente y corazón Señor a todas tus gracias.
Que el cielo me proteja, para que cuando llegue el final de mis días pueda decir en paz que el único fuego que encendí fue el del amor
Amen