22 de septiembre
Lunes XXV
Pr 3, 27-34 No trames daños contra tu prójimo
Dame un corazón sencillo, verdadero, humilde, bondadoso, comprensivo, empático, sincero, incapaz de urdir maldad contra mi prójimo. Dame un corazón según tu corazón. Derrama tu amor sobre mi para que ame desinteresadamente, para que me olvide de mi, para que en mi ser no anide la maldad, el deseo de poder, el ansia de aparentar, la envidia o la maledicencia. Todo esto te pido, Señor, atiéndeme, por tu bondad.
¡Me uno a las súplicas de Nano! Ya que si mi corazón está puesto en Cristo, debo de derramar amor, jamás rencor, ni nada semejante.
Te ruego Señor, que cambies lo malo de mi corazón.