6 de febrero
Sábado IV
I Re 3, 4-13 Da a tu siervo un corazón dócil
abierto a tu bien. Un corazón tuyo. Hazme un hombre según tu corazón. Que lata y juegue en ti y muera por tu herida. Un corazón en calma porque se sabe escogido, para anunciar tu misericordia, para alumbrar con tu luz, y nada más. Y nada menos. En ti y por ti vivido.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM