21 de noviembre
La prestación de la Santísima Virgen
Za 2, 14-17 Calle toda carne ante el Señor
En silencio. En tu silencio. En el silencio. Presentarme ante Ti. Ser presentado. En el silencio que todo lo abarca, que lo renueva todo, que lo transforma todo. En el silencio del universo creado por ti. En el silencio con el que antes de la creación del mundo has dispuesto que sea para ti, que en ti sea, me mueva, exista. En el silencio de tu templo encarnado, para proclamar tu grandeza y alegrar mi Espíritu en el que me alegra. Que calle mi carne y muera yo.
Calle el cielo y calle la tierra
Callen los hombres y callen las aves
Silencio
Dios pasa ¿no lo oís?
Una burbuja cristalina estalla en mil colores
¡¡La grandeza de María, es haber sido una gran mujer!! No eludió ser presentado a ti Señor, Ella siempre con un corazón atento, nos enseña a saber escuchar las Palabra. Para ello debo de guardar silencio, aislarme de ruido externo, y así entras Tu.
Amanecí en tus brazos
silenciosa y callada
bella y enamorada.