Entrañable

24 de diciembre
Feria de adviento

Lc 1, 67-69 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios

Hace dos semanas recibía el sacramento de tu misericordia. Me decía el sacerdote que contemplara esta frase del benedictus, que rezo cada mañana. Por tu entrañable misericordia, qué cierto es, desde tus mismas entrañas de misericordia, nos visita el sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Tú eres la misericordia del Padre, hecha carne. Carnal en tu amor.

Sobrecogido

23 de diciembre
Feria de Adviento
Lc 1, 57-66 Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos

Sobrecogido, porque me sigue sobrecogiendo tu presencia en mi vida, la fuerza de tu salvación, el derroche de tu gracia para conmigo. Y por eso doy testimonio, y escribo lo que sucedes en mí, tan sin darme cuenta, aunque cada día cante tus alabanzas y hable del Dios de mi vida.

Cedido

22 de diciembre
Feria de Adviento

1 Sm 1, 24-28 Quede cedido al Señor de por vida

Y no solo cedido, sino poseído por ti. En tus entrañas de misericordia. En el gozo de tu amor inexplicable. Y tan real en mi vida, aunque no sepa ni tan siquiera cómo. Tuyo en vida. Desde que sale el sol hasta su ocaso.

Tu voz

21 de diciembre
Feria de Avdviento

Cantar 2, 8-14 ¡La voz de mi Amado!

Tu voz, amado mío, palomo mío, ven a mi. Y llegas como un cervatillo, y atisbas por la celosía de mi corazón, que ya es todo tuyo, que solo espera rendirse ya de vero. Brotan las flores, las viñas exhalan su perfume, es muy dulce tu voz, y fascinante tu figura, que yo soy para mi amado y mi amado es para mí. Amante.

Sobr ti

20 de diciembre
Feria de adviento

Lc 1, 26-38 El espíritu santo vendrá sobre ti, la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra

Cubierto por tu sombra. Con tu fortaleza. En mi debilidad. En mi fragilidad. Tu espíritu que derrama sobre mi tu misericordia, el perdón y la paz. Penetrado por tu amor. Incrustado en ti. Atento a tu Palabra, desde el seno de María. En su compañía. Contigo. Dios con nosotros.

Agitado

19 de diciembre
Feria de Adviento

Lm 13, 2-7.24-25 El espíritu del Señor comenzó a agitarlo

Tu espíritu, Señor, que me mueve y me remueve. Que me agita, y me da tu paz, en medio de las turbulencias de la vida. Tu espíritu que me lleva a olvidar la agitación, y la serenidad, y me deja viviendo la realidad en ti, desde tu propia misericordia. Hoy rezo especialmente por todos los que viven atribulados, por todos los que viven una situación de fragilidad, de turbulencia. Hazles experimentar que tú eres la roca de su refugio, el baluarte que nos salva.

la virgen encinta

18 de diciembre
IV domingo de adviento

Is 7, 10-14 La virgen está encinta y da a luz un hijo

Esta es la señal, que eres Dios con nosotros, Enmanuel, que naces del seno de una virgen, llena de gracia. Participo por vocación del espíritu de María, gracias al don que me has dado. Tu don en mí, conciencia verdadera de que estás conmigo, que me acompañas, que estás preparando tú el camino para que pueda acoger tu nacimiento, dentro de una semana. Gracias, Señor.

Sagrada Familia

30 de diciembre
Sagrada familia

Ecl 3, 2-6. 12-14 Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia

Resuena esta palabra de una manera especial en mi, Señor, este año, en esta fiesta de tu sagrada familia. Hazme crecer en ternura y amor.

Genealogía

17 de diciembre
Feria de adviento

Mt 1, 1-17 Libro del origen de Jesucristo

Al llegar a esta última semana de adviento me encuentro de nuevo con tu genealogía, la leo despacio, la recuerdo casi de memoria, voy engarzando generaciones sin fin, nombres de hombres y mujeres que te entroncan con la más pura realidad de la humanidad. Gracias, Señor, por hacerte carne, por hacerte nuestro.

La salvación por llegar

16 de diciembre
Viernes III de adviento

Is 56. 1-3ª.6-8 Observad el derecho, practicar la justicia, porque mi salvación está por llegar

Que en estos días florezca la justicia y la paz abunde eternamente. Que hagamos nuestra la lucha por establecer la justicia y la paz, y los derechos humanos que son conculcados en tantos lugares de nuestro mundo, el derecho a la vida, la libertad religiosa, el derecho a la vivienda, al trabajo, a vivir la propia sexualidad, a la sanidad, a…porque tu salvación está por llegar, haznos instrumentos de ella en nuestro mundo tan herido, tan oprimido, tan desequilibrado.