Agitado

19 de diciembre
Feria de Adviento

Lm 13, 2-7.24-25 El espíritu del Señor comenzó a agitarlo

Tu espíritu, Señor, que me mueve y me remueve. Que me agita, y me da tu paz, en medio de las turbulencias de la vida. Tu espíritu que me lleva a olvidar la agitación, y la serenidad, y me deja viviendo la realidad en ti, desde tu propia misericordia. Hoy rezo especialmente por todos los que viven atribulados, por todos los que viven una situación de fragilidad, de turbulencia. Hazles experimentar que tú eres la roca de su refugio, el baluarte que nos salva.