Gozo y júbilo

5 de diciembre
Lunes II de adviento

Is 35, 1-10 Festejará con gozo y cantos de júbilo…

Tú eres mi fiesta, regocijo, alegría sin fin, que está oculta en medio de la vida, en lo más escondido de cada día, en lo normal, en la naturalidad, tú, Señor, mi Dios, que transformas mis sequedades en manantial. Aunque tantos días siga con la boca reseca. Tú, mi Dios.

4 de diciembre
II domingo de adviento

Mt 3, 1-12 Él os bautizará con espíritu santo y fuego


Abrásame con tu agua, Señor, abrásame en tu amor, hazme ceniza y polvo enamorado que desaparece en la presencia de tu aliento. Lléname de tu Espíritu Santo, para que pueda convertir mi vida en pesebre para acoger tu cuerpo. Transfórmame para hacerme señal tuya.

LA herida

3 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 23-26 Cuando el Señor vende la herida de su pueblo

Y ahí estás tú, señor, derramando el bálsamo de tu misericordia entrañable en las heridas de nuestro amor. Ahí estás tú, Señor, curando nuestras heridas. Ahí estás tú, Señor, que vienes para sanarme, para sanarme. Vendando la herida de tu pueblo, su sufrimiento, su dolor, tan real, hoy.

vuestra fe

2 de diciembre
Viernes I de adviento

Mt 9, 27-31 Que suceda según vuestra fe

Pues por eso, Señor, aumenta mi fe. En esta primera semana de adviento me has pedido claramente vivir de la fe….para esperarte, para acogerte, para que me encuentres donde estoy….

confía en ti

1 de diciembre
Jueves I de adviento

Is 26, 1-6 mantiene la paz, porque confía en ti

Cuando me asiento en ti, cuando en ti pongo la confianza, cuando me abro a tu presencia en mi vida, cuando creo que tu providencia todo lo llena en mi vida, entonces, y solo entonces, puedo abrirme a una corriente de paz…que me serena, me abre a tu gracia, aleja mis miesdos y tristezas, mis dolores y penas…Confianza en ti. Dámela tu, Señor.