Silencio

12 de noviembre
Viernes XXXII

Salmo 18 Sin que hablen

Tanto hablo siempre señor, tanto escribir, tanto comunicar la maravilla de tu amor en mí. Y sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, el día al día proclama la buena noticia de tu misericordia. Y la noche a la noche se lo susurra. A toda la tierra alcanza tu pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje. Tan único, tan silencioso, tan real.

2002.22.13bb