30 de marzo
Lunes V cuaresmaSalmo 22 Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo
Pon este salmo en mi boca y en mi corazón, un ancla para confiar en Ti en medio de la desesperanza, del dolor, de la incertidumbre, del despojamiento radical, del sufrimiento desbordado. El señor es mi pastor, nada me falta. Reparas mis fuerzas. Tu vara y tu cayado me sosiegan.