30 de marzo
Lunes V cuaresma
Salmo 22 Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo
Pon este salmo en mi boca y en mi corazón, un ancla para confiar en Ti en medio de la desesperanza, del dolor, de la incertidumbre, del despojamiento radical, del sufrimiento desbordado. El señor es mi pastor, nada me falta. Reparas mis fuerzas. Tu vara y tu cayado me sosiegan.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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