16 de marzo
Lunes IIISalmo 41 Mi alma tiene sed del Dios vivo
La sed, mi ser de ti, mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. Así voy, como el cervatillo que busca corrientes de agua en ti. Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me alejen de las tinieblas, del poder de la mentira. Señor, dame de tu agua.