El rico y el pobre

09.29

29 de septiembre
XXVI Domingo

Lc 16, 19-31 Un mendigo, Lázaro estaba echado en su portal, con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico

Cuando yo soy el rico, y el pobre Lázaro está tirado a mi puerta, cubierto de llagas, con ganas de acercarse a las sobras de mi sobreabundancia, ¿cómo puedo seguir llamándome cristiano? Cuándo no me acerco a Lázaro, como persona real, sino que hablo sobre de los pobres y predico de los pobres y rezo por los pobres, ¿cómo puedo creerme discípulo tuyo, que tomaste la condición de pobre? Perdóname, Señor, concédeme la gracia de la conversión.