16 de abril
Viernes II de pascua

Salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación

Y qué mejor que decirte esta frase, y proclamarla a los cuatro vientos, en esta mañana pascual. Tú la luz, tú la salvación, tú la defensa de mi vida ¿quién me hará temblar? Y por eso espero, con la esperanza que tu me das, la que es virtud teologal y no las expectativas que me distraen, o los optimismos ilusionantes y vacíos. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espero en ti, señor, tengo ánimo, soy valiente, porque espero en ti.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.