18 de diciembre
Sábado III de adviento
Salmo 71 El librará al pobre que clamaba
Voy a escuchar con esperanza de adviento estas palabras, Señor, y tras dejar que se reposen mansamente en mi corazón, tras endulzarme el paladar, me remuevan por dentro y me hagan preguntarme ante ti pobre, por mi vida y los pobres: “El librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector: el se apiadará del pobre y del indigente y salvará la vida de los pobres.”
¡¡El librará al pobre que clamaba!!
Señor, para llevar acabo este deseo, necesitas mis manos, mi corazón, mi entrega.
¡¡Ayúdame a ponerme en la piel de mis hermanos más desfavorecidos!! Perdón por mi seguera.