22 de abril
Martes V de Pascua
Jn 14, 27-31 Mi paz os dejo mi paz os doy
Versículo del evangelio que repetimos en todas las eucaristías, antes de acercarnos a ti y entrar en íntima comunión contigo. Tu paz nos dejas Señor, tu paz nos das. Para que seamos portadores de tu paz, tan distinta a la paz que ofrece el mundo, la paz de la violencia armada, la paz de la agresividad contenida, la paz del dominio y la posesión, la paz del control, la paz que no florece en frutos de paz. Haznos en tu paz pacíficos y pacificadores.

Mi PAZ… Hasta que no entienda que mis esquemas de percepción crean la realidad, mi realidad; hasta que no empiece a modificar mi forma de entender los acontecimientos y a sus protagonistas; hasta que no acepte que mis interpretaciones me limitan y pueden generar tensiones, malos entendidos, egoísmos, represiones… Hasta que no integre mi subjetividad limitante, sólo podré vivir la paz tensa, mal entendida, egoísta, limitante, y esta es la paz que «os daré».
Señor ayudame a ver y entender como tú ves y entiendes: Tu PAZ me dejas tu PAZ me das.