Misericordia IV

24 de octubre
Miércoles XXIX

Ef 2, 2-12 el más insignificante…se me ha dado esta gracia

Me das claridad, Señor, para que sepa reconocer mi insignificancia, que ante tu luz se muestra envuelta en tinieblas y en sombras de muerte. Y con la insignificancia reconocida – tan poca cosa, tan mínimo soy, aunque aparente algo-, en el hastío de mi ego absorbente, más me pasma que tu gracia me de el regalo, ahora mismo, de anunciar la riqueza que eres, lo insondable de tu amor, que me envuelve, me consume y aletea mansamente en mi interior.

Misericordia III

23 de octubre
Martes XXIX

Ef 2, 12-22 Ahora estáis en Cristo Jesús

Es una realidad, Señor. Ahora estoy en ti, ahora, en este mismo momento. Ahora es el tiempo de salvación, ahora me abres a ti, ahora me muestras con total claridad la realidad de ser en ti. Quedeme y olvideme, el rostro recliné sobre el amado, cesó todo y déjeme, dejando mi cuidado, entre las azucenas olvidado.

Misericordia II

22 de octubre
Lunes XXIX

Ef 2, 1-10 Dios, rico en misericordia

Como si fuese una tierna y pastoral respuesta a lo que escribí ayer Pablo me escribe una carta; Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo, por pura gracia estáis salvados. Y así, Señor, me libras de mi mismo, me sacas de mi marasmo para ponerme ante la luz de tu ser que me aniquila para reavivarme.

Misericordia

21 de octubre
XXIX Domingo

Salmo 32 Que tu misericordia venga sobre vosotros como lo esperamos de ti

Solo que queda, Señor, decirte esta frase del salmo. Repetirla como una letanía de confianza, igual que es una letanía incesante mi pecado. Ante tanta fragilidad solo me queda rendirme a la maravilla de tu amor, que me espera, que atiende, me abraza, y siempre, siempre, está dispuesto a perdonarme. Líbrame de mi mismo, Señor, por tu infinita misericordia.

Que así sea

20 de octubre
Sábado XXVIII

Ef 1, 15-23 Recordándoos en mi oración…

…a fin de que el Dios de nuestro señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os de espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros.
Que así sea.

Alabanza de tu gloria

19 de octubre
Viernes XXVIII

Ef 1, 11-14 Seremos alabanza de su gloria

Ser alabanza de tu gloria, glorificados en ti en medio de nuestra vida normal y corriente. Llamados a eso, a manifestar el resplandor de la gloria con la que nos amas y nos introduces en comunión de tu amor trinitario. Lo más sublime en lo más sencillo. Lo más sencillo en lo incomprensible, que se escapa a la mirada de la razón y solo puede ser entendido desde gozo de la luz interior.

Enamorado del mundo

18 de octubre
Jueves XXVIII

II Tim 4, 9-17 Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente.

Enamorado de su aparente brillo, de sus reclamos, del consumo, de la capacidad de recibir información permanente, de la conexión rápida, del encuentro trivial, de la superficialidad, del consumo, del afán de poseer, de ser, de aparentar, de dominar, de no ser a pesar de ser llamado a ser en Ti.

Frutos del Espíritu

17 de octubre
Miércoles XXVIII

Ga 5, 18-25 El fruto del Espíritu es:

Amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Esta es la enumeración que llega hasta cada uno de nosotros hoy. Ponerme ante los frutos del espíritu y pedírtelos. Quizá empezando por el dominio de mí, para que tú me desposes y en ti me desposeas y así tus dones puedan entrar en la desposesión de mi vacío.

En libertad

16 de octubre
Martes XXVIII

Ga 5, 1-6 Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado

La verdadera libertad, la libertad de ser tu hijo, la libertad que me hace menos mío y más ser en ti, la libertad del que nada teme, del que todo lo espera, del que confía plenamente, del que desea no desear sabiendo que tú sacias todo deseo inconmensurablemente, la libertad que nunca puede ser presa aunque esté aprisionada, la libertad tan desconocida, tan vilipendiada, tan al alcance de la mano en Ti.

Santa Teresa de Jesús

15 de octubre
Santa Teresa de Jesús

Eclesiástico 15, 1-5 Alcanzará sabiduría

La sabiduría que produce de ti; la paciencia que todo lo alcanza, pues es don tuyo, y tú solo bastas; la vida sin vivir en mí al vivir en ti y morir de amor, atravesado por la flecha de la luz en el vacío; el corazón libre en tu divina prisión, puesto en vuestra palma, junto con mi cuerpo, mi vida, mi alma. Dulce esposo y redención, pues por vuestro me ofrecí, ¿qué mandáis hacer de mí?