Dime una palabra

15 de febrero
Martes VI
Marcos 8, 14-21 ¿No acabáis de entender?

Resuena esta pregunta en mi corazón, y mi mente, tras leer el evangelio. Es todo tan evidente y sin embargo no acabo de entender existencialmente. Comprendo sin comprender verdaderamente. Grábame tu Palabra en lo más profundo de mi corazón, para que hecha carene en mi, la entienda viviéndola.

14 de febrero
Santos Cirilo y Metodio

Hechos 13, 46-49 Para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra

Mandas de dos en dos a los apóstoles para evangelizar para que la luz alcance a todas las culturas, a todos los pueblos. Enviaste a Cirilo y Metodio, apóstoles de la Europa oriental,  se pusieron en camino, proclamaron que el Reino, tu Reino, estaba cerca. Hoy, siglos después, es necesario evangelizar Europa de nuevo, se ha perdido la conciencia de anuncio. Manda obreros a tu mies europea.

13 de febrero
Domingo VI

I Cor 2, 6-10 El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios

A Ti, Espíritu que lo sondeas todo, y lo transformas todo, y lo renuevas todo, me dirijo esta mañana de domingo. A Ti, espíritu de Jesús resucitado. A Ti, de quien procede todo don y toda vida. Afiánzame con tu Espíritu generoso, insértame en tu amor, hazme llama en tu fuego, luz en tu luz. Abísmame en lo profundo de tu ser comunión.

12 de febrero
Sábado V

Gn 3, 9-24 Y el Señor lo expulsó del jardín del Edén

Expulsados del Paraíso, Señor, porque queremos ser como tú, dioses, y nos nos damos cuenta que somos de barro. Expulsados del paraíso y sin embargo acertamos a decir: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Y una vez estamos reducidos al polvo del que nos creaste nos dices: “Retornad, hijos de Adán”. Y nos haces entrar contigo en el Paraíso.

11 de febrero
Nuestra Señora de Lourdes

Mc 7, 31-37 Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos

Es lo que le dices al sordo que acude a ti: Effeta, ábrete. Abrete a mi presencia de vida; ábrete a la gracias de Dios; ábrete a la irrupción del Altísimo en medio de la enfermedad. Espera. Confía. Abandona. Y se te soltará el mal. Nos lo recuerda María, salud de los enfermos. En Lourdes.

10 de febrero
Jueves V

Gn 2, 18-25 Los dos estaban desnudos pero no sentían vergüenza uno del otro

Desnudos, Señor, ante ti. Transparentes, sin defensas, sin ocultar nada. Tal y como tú nos has creado. Recibiéndonos como don. Sin querer dominar, constreñir, utilizar al otro en propio beneficio. Sin desearle mal. Sin hacer posesión de su ser. Respetando su libertad. Admirando la imagen que procede de ti en su cuerpo. Que así sea, cada día más.

9 de febrero
Miércoles V

Gn 2, 4-9.15-17 …el hombre se convirtió en un ser vivo

Porque tú has soplado tu aliento sobre nuestro ser inerte y nos has dado la vida. Recibimos de Ti, Señor, el soplo que nos vivifica. ¿Cómo nos alejaremos de ti? Danos vida, para que invoquemos tu nombre. Hemos sido creados para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti, vida nuestra.

8 de febrero
Martes V
Gen 1, 20-2, 4 Creó Dios al hombre a su imagen.
A imagen tuya somos creados. Hombre y mujer somos creados. Llamados a creced y multiplicarnos. Con amor. Participando, colaborando con tu creación.  Dar vida. Mantener la vida. Cuidar la vida. Protegerla. En el mismo acto de recibir el ser recibimos la finalidad de nuestro ser. Hoy que parece todo desdibujado, conviene recordar que somos obra de tus manos, que en ti está nuestro origen, que a Ti tiende nuestro fin.

7 de febrero
Lunes V

Gn 1, 1-19 Y vio Dios que era bueno

Creas, Señor, la luz, el día, la noche, las aguas, el cielo, la tierra, el mar, la verde fecundidad, la semilla, los árboles, las estrellas…Creas, Señor, y ves que  lo que brota de tus manos es bueno, porque participa de tu belleza, de tu bondad. Creas por amor una naturaleza que nos donas, una naturaleza buena, que ahora nos encargamos de deteriorar sin remedio. Perdónanos, Señor.

6 de febrero
V domingo

Is 58, 7-10 Hospeda a los pobres sin techo

En la capilla de “Cachito de cielo” de Madrid, Señor, se puede adorar durante las veinticuatro horas, día y noche, tu Cuerpo expuesto en la eucaristía. Algún vagabundo entra para estar contigo, para estar caliente. Las religiosas que están allí dan de comer cada día a más de un centenar de sin techo. Amarte a Ti, adorarte, servirte en los más necesitados. Cuando lo hacemos nos respondes, nos dices “Aquí estoy”. Y haces brillar tu luz en nuestras tinieblas.