1 de mayo
Miércoles V de Pascua
Mt 13, 54-58 ¿no es el hijo del carpintero?
Me hace bien contemplar tu vida oculta, tu infancia en un pueblo pequeño de un país pequeño y perdido del medio oriente, tu adolescencia, tu juventud, tu ser adulto hasta los treinta años en que inicias la predicación del Reino. Sin romanticismos tu ser hijo del carpintero, tu trabajo diario, tu vida normal, entre tantas vidas normales, santifica tantas vidas. Hoy, con una atención especial al mundo del trabajo. Primero de mayo.