31 de julio
San Ignacio de Loyola
Salmo 80 Yo soy el Señor, Dios tuyo
Y porque tú eres mi Dios contemplo cada momento de tu vida, para tener tu mismo sentir y tu mismo obrar, para ser más tuyo, más cada día, más enamorado, más receptivo a tu presencia, más consciente de mi debilidad, de la fuerza de tu salvación, de tu amor que todo lo llena, qeu todo lo colma, que todo lo desborda. Dadme, Señor, vuestro amor y gracia, que ellas me bastan.
Tú eres mi Dios, te tengo muy presente en todo lo que me rodea.
Te necesito siempre para no perder el rumbo en mi vida. ¡Te amo Señor mi Dios!