4 de octubre
Martes XXVII
Gálatas 6, 14-18 Dios me libre de gloriarme…
¿Cómo me voy a gloriar de algo si todo lo he recibido, si todo es don? ¿De qué me puedo gloriar si no es de tu gracia, que vale más que la vida? ¿Cómo puedo ser tan necio de pensar que yo genero algún motivo de gloria…? Y sin embargo así es…¡tan a menudo! Dios me libre de gloriarme si no en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Que así sea.
Nos recuerdas hoy que sólo una cosa es necesaria, que no hay que correr ni andar inquieto intentando abarcarlo todo. Mirar, contemplar, desvanecerse en tu mirada mientras la vida pasa en su quehacer cotidiano.