Al amanecer

31 de marzo
Domingo de Pascua de la resurrección del Señor

Jn 20, 1-9 María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer

Verdaderamente ha resucitado el Señor, ¡aleluya!
Allá voy con ella, enamorada. A buscar tu cuerpo muerto, sin saber que te voy a encontrar vivo en el misterio del más allá hecho carne.

Vientre materno

26 de marzo
Martes Santo

Is 49, 1-6 El Señor me llamó desde el vientre materno

Y no puede ser más cercana tu palabra este día, en el que cumplo años. Tú me llamaste desde el vientre materno, y has derramado tu gracia incesante a lo largo de mis sesenta y tres años de vida. Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Me has escondido en la sombra de tu mano. Eres mi fuerza y mi salvación. A ti Señor me acojo. Se tu mi roca de refugio. Porque fuiste mi esperanza y mi confianza desde mi juventud. Hasta hoy relato tus maravillas.

Magdalena

25 de marzo
Lunes Santo

Jn 12, 1-11 le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con la cabellera

Hazme participar, Señor, en este gesto de amor inconmensurable, incomprensible, en esta locura de entrega derramada. Hazme perfume de nardo para tu cuerpo. Hazme abrazo de carne para unirme a ti. Dame lo que más necesite para perderme y no encontrarme.

Domingo de ramos

24 de marzo
Domingo de ramos en la pasión del Señor

Mc11,1-10 ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

Tú eres la gran bendición de Dios, el gran don que nos hace. Eres una bendición para la humanidad, una bendición que nos ha salvado a todos. Eres la Palabra eterna con la que el Padre nos ha bendecido, a pesar de que somos todavía pecadores. Al comenzar esta semana santa, al tiempo que te bendecimos, con fiducia suplicans, te pido la bendición especial de este tiempo, que me una más a ti.

Morada

23 de marzo
Sábado V semana

EZ 37, 21-28 tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo

Esta es la promesa me mantienes perpetuamente, que tu fidelidad sostiene. Tu promesa, tu alianza, que estos días tu Palabra nos recuerda a tiempo y a destiempo. Tú has puesto tu morada junto a nosotros, has acampado entre nosotros, estás en nosotros. Lo vamos a vivir los próximos días de una manera especial. Únenos a ti.

Fortaleza mía

22 de marzo
Viernes V semana

Salmo 17 Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza

Y lo repito una vez más, haciéndolo letanía con mi ser para ti: yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza, aunque tantas veces me vaya tras otros ídolos, y mi corazón haga un paréntesis para ti. Aunque sepa que tú no me dejas nunca, que tu amor me sostiene siempre.