1 de septiembre
XXII domingo
I Santiago 1, 16-18 Todo buen regalo, todo don perfecto bien de arriba
Un don tuyo, un inmerecido regalo, que hace veinte años hoy empezara a escribir estas líneas en dime una palabra, en lo que entonces era ágora marianista. Comencé sin dirigirme a ti, comentando tu Palabra y poco a poco me fuiste reconduciendo. Menos reflexión y más orar. Gracias por el don. Gracias por la fidelidad.
Muchas felicidades por tus veinte años de fidelidad y escucha de la Palabra. Sigo tus comentarios desde hace bastante tiempo y siempre son un soplo de aire fresco para mi vida. Muchas gracias y que el Señor te siga iluminando y acompañando en tu caminar