27 de enero
Domingo III
Is 8, 23b-9, 3 Acreciste la alegría, aumentaste el gozo
Alegría que crece, gozo que aumenta, en mi vida, ¿en qué ocasiones? ¿En qué circunstancias? ¿Cuándo puedo decir, con verdad, que cambias mi luto en danzas? ¿Qué genera en mi ser esa alegría profunda que me llena de serenidad y paz, que me hace en armonía con todo lo que tú haces? Me gustaría decir, Señor, que lo realiza tu luz, cuando brilla en mis tinieblas. Haz tu verdad mi respuesta.
Alegría que crece en mi vida. El Señor cambia mi luto en danzas, me da alegría que me llena de serenidad y paz. Gracias Señor por haberme llamado como llamaste a los pescadores ue pescaban en el lago. Todos, al oír la llamada de Jesús, dejaron las redes inmediatamente y le siguieron.
Señor, tú me llamas para dar alegría a mi vida, cambiar mi luto en danzas, llenarme de serenidad y paz. Ayúdame a dejar inmediatamente mis redes de envidias, orgullos, miedos, egoísmos…. y seguirte como ellos te siguieron.
Eso!