24 de septiembre
Martes XXV
Proverbios 21, 1-6.10-13 MI corazón es una acequia en manos del rey
Aún recuerdo el momento, Señor, siendo novicio, cuando un verano, en la finca de Logroño, tu Palabra me llegó especialmente, como un dardo iluminado, y me penetró en el corazón. Luego bajé a la acequia, y quedeme y olvideme.