26 de enero
III domingo
Nh 8, 8-10 El gozo en el Señor es vuestra fortaleza
Desde hace tantos años, tú bien lo sabes Señor, era novicio, estaba en el norte, verde encajonado, y esa mañana de orvallo, encerrado sin mayor perspectiva, tu palabra llegó en boca del profeta, cambiaste mi luto en danza mi sayal en vestido de fiesta, desde entonces lo sé, el gozo en ti es mi fortaleza, en mi debilidad me haces fuerte.
