12 de enero
El bautismo del Señor
Lc 3, 15-16.22-23 Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco
Se leerá esta Palabra tuya en todas las iglesias, también en las de los centro penitenciarios. Y allí tu voz amorosa, tu voz inclusiva, tu vos llena de misericordia y de perdón, tu voz potente, tu voz magnífica, tu voz, que rompe el estruendo del trueno y descuaja los barrotes de las cárceles, llegará hasta cada uno de los presos y presas que las escuchen: “tú eres mi hijo, el amado, en ti me complazco”