Corazón de piedra

16 de enero
Jueves I

Hb 3, 7-14 Si escucháis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones

Me pregunto cómo es posible que, escuchando cada día tu palabra, orando con ella, compartiéndola, sigo teniendo un corazón duro, de piedra, que necesita ser arrancado; cómo mantengo un corazón inmisericorde depende para quién o para quienes…que tu voz, que tu palabra, me vaya haciendo en mi un corazón de carne, vaya renovándome con espíritu firme.