6 de noviembre
Domingo XXXII
II Tes 2, 16-3, 5 Consuele vuestros corazones y os de fuerza para toda clase de palabras y obras buenas
Tu consuelo, Señor, en el fondo tu amor, tu cercanía, tu misterio inagotable, es el que fortalece mi corazón y me hace ponerme a tu viento, Señor. Tú palabra de aliento, tú que pasaste haciendo el bien. Tú que me tienes al aire de tu vuelo.