Conversión

21 de febrero
I domingo de cuaresma

Mc 1, 12-15 Convertíos

Si tú no me conviertes, Señor, ¿qué será de mí? Solo tu amor, que gotea incesante en mi vida, es capaz de ir horadando la dureza de mi corazón e irlo convirtiendo en un corazón de carne, dispuesto a acoger tu espíritu y a vivir la verdadera plenitud a la que me llamas. Conviérteme tú, Señor, llévame al desierto y desvíveme en ti.