26 de enero
Santos Timoteo y Tito
II Tim 1, 1-8 Al acordarme de tus lágrimas
Recoges tú mis lágrimas en tu odre, Señor. Lágrimas de emoción, de vulnerabilidad, de incapacidad, de afectividad herida, de temor, de incertidumbre, de ego herido, lágrimas de lo profundo, que en este año de la pandemia han aflorado con mayor frecuencias. Lágrimas que son dolor de mis pecados. Me duele de todo corazón ofenderte, Señor. Y tú te acuerdas de mis lágrimas.