Dignidad

12 de enero
Martes I

Salmo 8 ¡Qué admirable es el ser humano para que te acuerdes de él!

Admirable siempre. En tu presencia, en los que dices, en lo que haces, en el amor que derrochas sobre nosotros. Nos has coronado de gloria y dignidad. Esa dignidad que procede de ser creados por ti, hijos e hijas tuyas, templos sagrados de tu amor. Una dignidad que nada ni nadie nos puede arrebatar.