Mi roca

24 de noviembre
Sábado XXXIII

Salmo 143 Bendito sea el Señor, mi Roca

Adiestras mis manos para el combate, pones en mi la espada de fuego para vencerme a mí mismo, y derrotarme en ti. Eres mi bienhechor, mi alcázar, baluarte donde me pongo a salvo. Siempre lo has sido, Señor y Dios mío. Sostén y refugio, con una paciencia infinita, miserando atque eligendo.