De vivos

22 de noviembre
Sábado XXXIII

Lc 20, 27-40 No es Dios de muertos, sino de vivos

Vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi; par mi la vida es Cristo, y una ganancia el morir; vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Y para que no vivamos ya para nosotros mismos, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, envió, Padre, como primicia al espíritu santo, a fin de santificar todas las cosas, llevando a plenitud su obra en el mundo.
Así es. Ahora mismo. En mí. En todo el universo.

11.22