Humildad

3 de noviembre
Lunes XXXI

Fil 2, 1-4 Dejaos guiar por la humildad

Siempre que llega tu palabra en esta carta a los filipenses, en este fragmento que precede tu himno cristológico, me inflamo de ti, me mueves hacia ti, me llenas de consolación, cual brisa suave. Deseo tener un mismo amor y un mismo sentir, contigo, con la Iglesia. Deseo obrar desde un corazón recto y sincero, honrado, que no se mueva ni por rivalidad, ni por ostentación, sino que se considera siempre inferior a los demás, deudor de tanta gracia, de tanto don recibido. Deseo buscar el bien de los demás, su interés, antes que el mío propio. Despréndeme de mi para ti, Señor.

11.03