7 de julio
XIV domingo
Lc 10, 1-12.17-20 Rogad pues al dueño de la mies que mande obreros a su mies
Te lo ruego, Señor, manda obreros a tu mies, de los que no lleven ni talega, ni alforja, de los que transmitan tu paz, de los que anuncian que está cerca tu Reino, de los que se alegran al saber que sus nombres están inscritos en el cielo, de los que se glorían solo en tu cruz, de los que llevan en su cuerpo tus marcas, de los que son por ti consolados, de los que se alegran su corazón al saber que tú eres un Dios que nos salvas.
Yo, ruego constantemente por ellos. También por mi compromiso de laico, debo dar testimonio de Cristo con la palabra y las obras, para ello pido a Jesús su Luz. Deseo ardientemente corresponder con mi compromiso en la misión encomendada en mi bautismo.