3 de septiembre
Lunes XXII
Lc 4, 16-20 El Espíritu del Señor está sobre mí
Hacerme consciente, Señor, de esta Palabra de verdad que pronuncias sobre mi vida. Tomar conciencia de que tu Espíritu está sobre mí y me ha ungido. Pedirte que deje actuar tu Espíritu en mi, que lo acoja de la misma manera que hizo María, sin reservas, con total donación. Tu Espíritu que me envía a la misión de anunciar el Evangelio a los pobres y de proclamar el año de gracia tuyo. Tu Espíritu, Jesús, que me hace tuyo.
Un gusto descansar de nuevo en casa al fuego de la Palabra y de tus palabras.
¡Qué bueno que volviste!