5 de marzo
Lunes III cuaresma
Salmo 41 mi alma tiene sed del Dios vivo
Soy el corzo que busca corrientes de agua para apagar la sed, la sed profunda, la sed viva, te busco, fuente viva, Dios mío, rey mío. Todo me mueve a ti. Envía tu luz y tu verdad, para que ellas me guíen hacia tu manantial. Tú el Dios de mi alegría, tú mi morada, tú el Dios al que mi cítara canta, tú mi canto enfebrecido, tú, tú, tú.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Quiéreme, Dios mío, hasta que no pueda más
hasta que las aguas de tu misericordia sequen mis ofensas
hasta que mi corazón se humille y suplique
2R 5, 1-5